Los alumnos de Guía, Información y Asistencia Turística ya han comenzado a realizar visitas por Extremadura. La primera ha sido a Alange. Un municipio de la comarca Sierra Grande-Tierra de Barros que bien merece una parada en el camino. Allí, nos esperaba Ana, la guía oficial y responsable de la Oficina de Turismo. Subimos al Castillo por la ruta de Ibn Marwan. Por el camino vimos el aljibe y la puerta del Sol. Desde allí, contemplamos unas vistas maravillosas del embalse, del paisaje y del pueblo. Seguimos subiendo hasta llegar al Castillo. Los restos que se conservan son de época cristiana aunque su origen es árabe. La Torre del Homenaje es su principal atractivo. Después de descansar y coger aire, bajamos por la umbría, camino que en febrero se llena de orquídeas y al regresar al pueblo, comenzamos una visita guiada. La guía nos explicó la historia y la importancia que el agua ha tenido siempre en el pueblo. Sabíamos que Alange es conocido por su Balneario pero no sabíamos que el agua del manantial es tan caudaloso y confirmamos que ha sido el motor del municipio desde hace siglos. Es un balneario de origen romano, sus termas redondas y las cúpulas crean un ambiente de paz y tranquilidad que pudimos observar. Además, visitamos el lavadero municipal, hoy reconvertido en Centro de Interpretación del Agua. Y complementamos la visita con la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, de estilo gótico-mudéjar con una leyenda sobre los moriscos que la construyeron.
Además, aprendimos sobre su escudo, su arquitectura popular y vimos varias piezas de diferentes asentamientos, sobre todo de época romana y visigoda.
En definitiva, fue un aprendizaje in-situ que nos demuestra la belleza de nuestra tierra y por ello, amamos nuestra profesión.